Ensayo la Carretera

Nombre: Ruth Gómez

Ensayo: “la carretera”

La carretera es una historia a mi opinión muy cruda, cuenta la historia de padre e hijo que vagan por la carretera en busca de sobrevivir. Estas dos figuras centrales de la trama el padre y el hijo que trata de salvar porque es “su deber” como padre, pero en realidad es mucho más que eso, el hijo no solo es su hijo en ese mundo donde todo ha regresado a sus orígenes más animales, el instinto de sobrevivir es innato en ellos y con ello, el padre se aferra a su hijo para no sucumbir al abandono y la muerte. Por lo tanto su relación padre e hijo, es obvio que es de puro amor, ellos se tienen el uno al otro y es lo único que tienen, si el uno muriera el otro también desearía morir solo para estar juntos.

En este mundo que nos plantea el libro, la evolución de los personajes es importante, el padre con una personalidad desde un principio esperanzadora intenta educar a su hijo de la mejor manera que puede, un niño que por lo que nos cuenta el libro nació en medio de este “fin del mundo” y no conoce otra cosa, así intenta explicarle la diferencia del bien y del mal. Pero el padre ¿es bueno?, es decir él tiene que tomar decisiones difíciles, porque el mundo ha cambiado totalmente y su instinto de supervivencia a veces es más fuerte que sus valores pero, ¿qué otra opción tiene?, en un mundo donde los pocos que quedan son más bestias que personas, poniéndolo en una balanza él seria “menos peor” que el resto.

En cambio el niño, es pura inocencia y bondad, es altruista al querer ayudar siempre a los demás. Una de sus mayores preocupaciones es tener la seguridad que su padre y él son “los buenos” y que existen otros buenos, y que ellos jamás sea cual sea la situación, nunca llegarían al extremo de cometer canibalismo ni ser tan crueles como “los malos”.

Algo que me ha llamado la atención a reflexionar sobre los personajes es porque estos no tenían nombre, “el hombre”, “el niño”, y llegue a la conclusión, que de este modo los pocos supervivientes de ese mundo apocalíptico de cierta manera no merecían tener nombres,  como si hubiesen perdido parte de su  humana e incluso su individualidad, algo tan básico como un nombre.

El objetivo del padre entonces es llegar donde “están los buenos”, que son aquellos que la catástrofe no los ha dejado sin humanidad y menciona a los que “llevan el fuego”. El fuego como símbolo de la vida, como la fuerza interna que les hace avanzar y aferrarse a la esperanza, el fuego, como la luz que debe estar en el mundo para no quedar en completa oscuridad. En el contexto de la novela ellos definen a “los buenos” como aquellos que los acontecimientos no ha conseguido reducirlos al nivel de bestias. “Los malos” son los que se comen a otras personas, “los malos” son los que cazan y matan a otros humanos.

Si bien en el libro nunca se menciona nada de como llego a ese punto el mundo, no es relevante sino lo que importa son las consecuencias y las diferentes reacciones y modos de comportamiento del humano en condiciones extremas.  ¿El hombre es bueno o malo por naturaleza?, en mi opinión el hombre el bueno por naturaleza, mientras viva en un lugar que exista socialización entre los hombres, y exista una serie de normas correctivas, e incluso así el hombre no sería por naturaleza bueno, sino que el hombre es libre de tomar sus propias decisiones. Entonces si el hombre es libre de tomar sus propias decisiones, ¿porque en la actualidad no actúa de manera salvaje?, la respuesta a esto es que tenemos arraigados una escala de valores y no vemos la situación extrema para persistir de ellos, mientras que como en el caso de la novela vivimos en un apocalipsis, al perder la conexión con la madre tierra, el hombre se vuelve individualista y estalla en libertinaje.

Y es así que el final de la novela, ya cuando todo parecía perdido, al alcanzar la costa el autor ofrece una pequeña puerta a la esperanza, que como una historia muy dura es todo lo que puede ofrecer para no desterrar la posibilidad de un mundo mejor y que a mi parecer de cierta manera hace pensar que no hay riesgo de una maldad por naturaleza del ser humano.